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Probiótico y prebióticos, su uso a nivel facial

412 Views 110 Liked Posted on: September 28th 2020

La Flora Bacteriana es una parte fundamental del manto cutáneo, también conocido como PHL (Película hidrolipidica) se encuentra compuesto, además de la flora bacteriana, por factores de humectación natural presentes en el estrato corneo en conjunto con las secreciones de sudor y sebo.

 Todos estos componentes cumplen una función inmunológica muy importante para nuestro organismo:

  •          Nos protegen de infecciones bacteriológicas externas,
  •          Eliminan factores que harían  proclive al medio para la formación de bacterias que dañarían nuestra piel;
  •          Fabrican factores antibacterianos que mejoran la respuesta inmune cutánea;
  •          Vuelven ácido el medio, convirtiendo así la piel en un espacio poco habitable para otros microorganismos.

Existen dos tipos de flora bacteriana: la residente, que es la predominante y está compuesta por aquellos microorganismos adheridos que se multiplican, y por otro lado la transitoria, compuesta por aquellos microorganismos adheridos por el medio ambiente que no poseen capacidad reproductiva.

La flora residente comienza a formarse desde el nacimiento. Los bebes que nacen por parto natural, adquieren Lactobacilos y crean una flora bacteriana inmunológicamente más eficiente que los nacidos por cesárea. En los meses siguientes, los recién nacidos también adquieren microorganismo de las personas con las que están en contacto.

Dentro de la flora residente podemos encontrar: Staphilococcus epidermis; staphilococcus hominis; Propionibacterium acnés;acinectobacter; Lactobacillus; Candida Glabrata; Malasezia. Mientras que en la flora residente podemos encontrar: Staphilococcus aureus; Pseudoma aeruginosa; Streptococcus pyogenes; Escherichia coli; Candida albicans.

Todos los microorganismos nos ayudan a mantener estable muestra barrera contra factores de agresión externa. Es fundamental mantener nuestra flora bacteriana cutánea estable para prevenir ciertas alteraciones dermatológicas como dermatitis y dermatosis crónicas.

Los probioticos y prebióticos fueron empleados en principio para tratar diversas patologías  gastrointestinales, pero se descubrió que las bacterias en el cuerpo pueden ejercer efectos distantes al lugar donde residen en nuestro cuerpo. Debemos tener en cuenta que los dos órganos que se mas se encuentran poblados por infinidad de microorganismos son la piel y el intestino.

 

En cosmética, Los probióticos administrados en dosis especificas son “adicionados bacterianos” de microorganismos buenos que conviven en simbiosis con nuestro cuerpo, mientras que los prebióticos son un conjunto de nutrientes que favorecen el desarrollo y buen crecimiento de la propia flora bacteriana.

En caso de rosácea y acné se vieron cambios en la composición de las bacterias del intestino de los pacientes con estas patologías. La suplementación con probioticos podría mejorar los cuadros de inflamación y la microbiota de la piel. Hay similares beneficios en pacientes con dermatitis atópica y psoriasis.

En cuanto al envejecimiento no solo mejoran la inflamación, sino que regeneran la piel foto dañada, y estimulan lo fibroblastos. Además se observaron resultados positivos en patologías como psoriasis, depresión, ansiedad, Alzheimer y en osteoporosis.

La flora bacteriana puede desestabilizarse con el inadecuado uso de productos de higiene que contengan componentes antibacteriales o detergentes demasiado agresivos, el exceso de rutina en cuento a la higiene y demás factores ambientales como una considerable exposición diaria a químicos, puede producir una modificación de la flora.

Existen patologías dermatológicas caracterizadas por la debilidad de la barrera cutánea como la dermatitis atópica, o la modificación de la misma en patologías muy comunes como el acné o la rosácea, en donde ciertas bacterias características producen lesiones inflamatorias.

Consumir o incorporar probioticos y prebióticos mediante el uso de cosméticos que los contengan, mejora considerablemente la eficacia de la flora bacteriana

La salud y la piel tienen una conexión cerebral y con nuestro estado hormonal.

En conclusión, los probioticos son bacterias vivas que favorecen directamente a nuestra microbiota ya que la fortalecen, mientras los prebióticos agregados a preparados cosméticos, aumentan el crecimiento y fortalece a las “ bacterias buenas” favoreciendo el equilibrio de nuestra querida flora bacteriana.

Claudia Vanesa Pisan

Master en Cosmiatria Superior Matricula Número: 2018014

Posted in: Ser Saludable

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