QUÉ SABER SOBRE LAS FORMULACIONES CON ALCOHOL
El boom de la vuelta a lo natural y la introducción de muchas líneas cosméticas “orgánicas” al mercado del skincare, junto con la revolución que generaron las formulaciones sin parabenos, incluyó la idea de que el alcohol en cosméticos debía descartarse.
Aun así, la realidad es que no todas las formulaciones cosméticas naturales son 100 porciento orgánicas, ni todas están libres de parabenos y de estabilizantes químicos, ni mucho menos libres de alcohol. La mayoría de los cosméticos no incluyen siquiera el grupo de alcoholes conocidos como “alcoholes buenos”.
El alcohol es un componente universal dentro de las formulaciones ya que además de ser astringente y antimicrobiano, mejora la textura de los productos. Posee una función solvente que permite disolver algunos activos y permitir así una penetración más efectiva en la piel, es antimicrobiano ya que inhibe la proliferación bacteriana evitando así la contaminación del producto y es astringente ya que elimina los restos de sebo de la piel, por eso encontramos muchas variantes de alcohol en productos recomendados para pieles oleosas o acneicas.
Dentro del INCI (lista de ingredientes) podemos encontrarlo de varias formas: Isopropyl Alcohol, Denar, SD Alochol, Ceteryl Alcohol, Cetyl Alcohol, Myristyl Alcohol, etc.
Está comprobado que los primeros tres pueden producir lesiones graves y dermatitis de contacto ya que destruyen lípidos, eliminan los factores de humectación natural y remueven proteínas afectando la barrera de la piel. Sin embargo el segundo grupo de tres alcoholes, considerados “alcoholes buenos” suelen aparecer en los productos con la mención “Alcohol free”. Son conocidos también como alcoholes grasos de larga cadena carbonada presentes en grasas animales y aceites vegetales, que si bien no resultan solubles en agua, pueden utilizarse como tensioactivos gracias al grupo hidroxilo que los hace hidrofílicos. Son utilizados para mantener estables las formulaciones como las emulsiones que poseen un componente lípido y otro acuoso como una emulsión y aportando viscosidad.
Mucho se habla de las consecuencias de utilizar formulaciones con alcohol, la inflamación y el eritema son dos de las posibles lesiones que genera la piel en respuesta a los mecanismos de daño generados por este principio activo. Como resultado de la agresión se produce una vasodilatación con el fin de extravasar linfocitos que actúen en la zona generando a su vez, eritema permanente. Sin embargo, no siempre esto depende del alcohol presenté en las formulaciones, sino más específicamente del tipo de alcohol utilizado y de la condición previa de la piel.
Las pieles con dermatosis de base inflamatoria activa, aquellas con los componentes de la barrera cutánea y el manto hidrolipidico dañado, así como las pieles secas, deshidratadas, o con algún tipo de dermatitis son las más propensas a generar una respuesta inflamatoria con el uso de las formulaciones que incluyen alcohol.
Claudia Vanesa Pisan
Master en Cosmiatria Superior Matricula Número: 2018014