Interpretación de las ojeras

Ojeras transitorias

Este es el tipo de ojera más común y la que en algún momento todas las personas hemos padecido, ya que está directamente relacionada con la falta de sueño, el cansancio y el estrés. Su aparición ocurre en etapas en las que no dedicas suficiente tiempo a tu descanso o en las que estás demasiado estresada o estresado. Con un color azulado y oscuro, aparecen con el paso de los días en la zona baja de los ojos.

Su remedio es uno de los más sencillos: descansar y darte un tiempo para mejorar tu situación. Sin embargo, hay algunos tratamientos que puedes intentar si no dispones de tiempo y que consisten en bajar la inflamación de la zona de las ojeras y en activar la circulación para mejorar el estado de la piel. Este procedimiento se puede realizar dejando reposar compresas frías en la zona de las ojeras, con lasclásicas rodajas de pepino, bolsitas frías de manzanilla o, en su defecto, cremas específicas de ojeras con vitamina E o ácido hialurónico.

Ojeras hundidas

Este tipo de ojeras, al contrario que las primeras, son una de las más difíciles de tratar ya que forman un pronunciado surco que va desde el inicio del lagrimal hacia la mejilla. Sus causas están más relacionadas con el paso del tiempo y los cambios físicos que traen como consecuencia la flacidez de la piel, como una pérdida de peso y grasa corporal, propiciando su característico aspecto, pero también tienen como causa malos la falta de descanso, algunas enfermedades y malos hábitos alimenticios.

Ojeras por edad

Las ojeras por edad tienen un origen muy parecido a las ojeras hundidas pero su aspecto se diferencia porque tienden a expandirse un poco hacia los lados e ir acompañadas de las llamadas patas de gallo, más o menos marcadas, que son unos pequeños pliegues o arrugas de expresión que aparecen a los lados de los ojos. Estos estas marcas en la piel del contorno de los ojos, bajo estos y a sus lados, son causadas por la flacidez de la piel y el envejecimiento, así como por la disminución de la circulación sanguínea en la zona, lo que la oscurece.

Una correcta hidratación a lo largo de la vida es clave para que su aparición sea leve o menos prolongada en el tiempo. Uno de los tratamientos más efectivos para este tipo de ojera sería toda crema o contorno de ojos que contenga vitamina A y E y que contribuya a la regeneración del tejido, dotándolo de fuerza y elasticidad.

Ojeras azules

Este tipo de ojeras, conocido como ojeras azules, ojeras moradas u ojeras vasculares, tiene distintas causas como pueden ser la falta de sueño, malos hábitos como alcohol o tabaco, la aparición de alguna enfermedad o el uso de medicamentos. Su apariencia es característica ya que su origen es vascular y, en pieles claras, tiende a verse la red circulatoria que hay debajo de un color azulado y ascendente.

Este tipo de ojera puede tratarse, en un primer momento, evitando su origen directo, pero, si aun así se conserva la marca, lo más recomendable es aplicar masajes de drenaje que favorezcan la circulación, tratamientos con vitamina K o, en casos más notorios, la intervención con láser.

Ojeras hiperpigmentadas

La causa de las ojeras pigmentadas o hiperpigmentadas se debe a un aumento de la melanina de la piel que puede tener su origen en causas genéticas o en cambios hormonales que afectan a nuestra piel. Su aspecto tiende a ser anaranjado o marrón, siendo más frecuente en pieles oscuras o bronceadas. El uso de cremas solares puede ser un factor importante para ayudar a prevenirlas, así como el uso de cremas con contenido de vitamina C y E por sus componentes antioxidantes.

Ojeras por alergia

Este último tipo de ojera tiene que ver con un origen en específico: la alergia. Su aparición da por la inflamación de la zona por culpa de un agente que ha causado reacción en nuestra piel o en la zona ocular, congestionando los vasos y generando una marca debajo de los ojos. Las alergias disparan las histaminas en el cuerpo, lo cual puede dar lugar a la dilatación de vasos sanguíneos, como la piel de los ojos es tan fina y los vasos sanguíneos se dilatan, los párpados inferiores se quedan “morados y oscuros”. Para tratar y evitar las ojeras por alergia, que son un efecto de un agente externo, lo principal es saber determinar cuál es el componente que genera la alergia con la ayuda de un especialista, tomar antihistamínicos recetados y evitar la exposición a este agente alérgico en la medida de lo posible.

Cuando se debe a la falta de hierro

Si desplazamos hacia abajo el párpado inferior, verás que la conjuntiva (la membrana que cubre la cara interior de los párpados y parte del ojo) está blanquecina y el rostro también estará pálido, pero las ojeras pueden oscurecerse porque el oxígeno no llega bien a los tejidos.

Por un problema de tiroides

Tanto el hipotiroidismo (cuando la glándula tiroides no produce suficiente cantidad de ciertas hormonas) como el hipertiroidismo (el caso contrario) pueden afectar a la piel de los párpados.

En caso de hipotiroidismo, la piel se engrosa, se abulta porque se deposita más grasa.

Con el hipertiroidismo se da una regeneración acelerada de las células de la piel y eso da lugar a una mayor atrofia y alteración en el tono (que también afectaría a otras zonas del cuerpo).

Frotarse en exceso también puede romper pequeños capilares bajo la piel, lo cual lleva a su oscurecimiento; como la piel de alrededor de los ojos es tan fina, los capilares rotos se vuelven más visibles.

Bolsas

Las bolsas en los ojos son como las canas: “A todo el mundo le llegan”. Algunas personas pueden tenerlas a los 20, otras a los 30, otras a los 50 o más tarde.

Esas bolsas están causadas por un prolapso de grasa, teniendo en cuenta que tenemos tres bolsas de grasa en la zona del párpado inferior: la media, la central y la lateral.

Tenemos un tejido que mantiene todo eso y, por motivos genéticos, por llevar lentes de contacto o por alergias, el tejido se vuelve más delgado. Cuando se debilita y se hace más fina, la grasa empieza a marcarse y crea esas bolsas.

Luego, la inflamación crea una sombra justo por encima de las mejillas, lo cual se puede percibir como un tono más oscuro bajo los ojos, añade la experta, que propone usar rellenos dérmicos para suavizar el área y reducir la sombra. Sin embargo, puede que eso sólo enmascare el problema; la forma más lograda de tratar un prolapso de grasa es con cirugía para eliminar esa grasa.

Las bolsas también se atribuyen al edema, que es un aumento de los líquidos en torno a la zona ocular por los vasos sanguíneos dañados.

Nerina Soria Docente y cosmiatra